Infinidad de veces me he sentado delante del ordenador para intentar escribir esta entrada en mi blog. Cuando nos dejaste, cada vez que asaltas mis recuerdos, cuando te echo de menos. Hoy hace ya cinco años que te fuiste y vuelvo a enfrentarme a mis sentimientos, sabiendo que un nudo en la garganta va a acompañar cada tecla que pulse. Recordarte a ti Yaya quizá me anime en un futuro a afrontar el artículo más difícil que me queda por escribir en esta vida, el que le debo a tu hermana Rosi. El que no le escribí en vida y el que ahora no puedo porque no me atrevo. Demasiadas heridas abiertas que están lejos de cicatrizar por comportamientos que me generan dolor a diario. Sentimientos que mejor no afloren. Fuiste protagonista de mi vida y a mi mente me vienen escenas tuyas que me marcaron. Te recuerdo siempre en la cocina de nuestra casa en la calle Convento dando las clases particulares por las tardes. Me ayudabas a hacer los deberes, mientras pasabas de Matemáticas a Lengua con los...
Sus palabras me revolvieron el estómago. "Ya sólo te crees tú que se vaya a derribar el parking Escalinata", me espetó el entonces mi jefe en el periódico en el que trabajaba. Tras años empapándome de sentencias judiciales y escudriñando papeles municipales, por primera vez un funcionario del Ayuntamiento de Algeciras citaba en un documento oficial la demolición del aparcamiento como la única salida a la polémica urbanística. Una auténtica bomba periodística. Pero no para mi director, más preocupado en no arriesgar el dinero público que venía del Consistorio. Corría el año 2013 y supongo que ese fue el día en el que tiré la toalla, sintiéndome como en la fábula del tigre cuando el burro intenta convencerle de que la hierba es azul y no verde. Cuando empecé a escribir del aparcamiento Escalinata en el periódico ya hacía unos años, en 2004, que había sido declarado ilegal por el TSJA. Desde el principio me pareció un filón periodístico, ya que de ...