Ir al contenido principal

Playas privadas

Hoy está marcado en rojo en mi calendario. Hace día de playa en Tarifa y nos ponemos rápido en faena. Hacemos los bocadillos, preparamos la nevera, metemos todos los bártulos en el coche y nos echamos a la carretera. La N-340 está despejada por lo que en poco tiempo alcanzamos el cruce del Spin Out, junto a Valdevaqueros. Llegamos a la entrada del Tangana cuando un joven, que está pintando una valla, nos sale al paso y nos insta a pagar tres euros por entrar; eso sí, incluyendo una consumición en el chiringuito. Ante mi negativa a abonar el peaje al ser el acceso a una playa pública, me replica que todo lo que voy a atravesar hasta llegar a ella es privado. Sin remedio, doy media vuelta y busco cobijo en la explanada contigua de Casa de Porros. Hoy he podido ir a la playa sin sacar la cartera, pero me da que será de las últimas veces este verano en Tarifa.

Hace dos veranos el Ayuntamiento de Tarifa empezó a cobrar por aparcar en las playas, desde los carriles de Los Lances hasta Bolonia. Habilitó las parcelas existentes como aparcamientos públicos y empezó a explotarlas a través de la empresa Urtasa. Este año, según me informa el compañero Shus Terán, va a ser lo mismo. Eso sí, me comenta que puede que bajen el precio a un euro para los turismos y den a cambio una bolsa de basura.


El precio no es excesivo, lo que no quita que en mi opinión se esté haciendo un uso privativo de las playas entre el Consistorio y los propietarios de los establecimientos. Más si cabe porque, una vez pasado el Río Jara, es necesario ir en coche a estas playas por lo que estás obligado a rascarte el bolsillo para disfrutar de ellas. Y además, porque el Ayuntamiento suele hacer todo lo posible para acotar todos los accesos como, por ejemplo, poner vallas para impedir la entrada a la parcela de Casa de Porros.

Hace dos años, cuando saltó la polémica, conversé con un concejal tarifeño que me defendió la medida arguyendo que no se impedía el acceso. El edil me señaló que, por ejemplo en Los Lances, podía aparcar al otro lado de la N-340 y llegar a la playa andando cruzando la carretera. Yo le contesté que para arriesgar la vida de mi familia mejor me quedaba en casa. Y es que, por esa regla de tres, también se puede aparcar en el campo de fútbol e ir a patas a Valdevaqueros por la orilla. Y, si al final ponen las vallas en la arena, también se podrá acceder a ellas a nado como hacen los subsaharianos en Ceuta. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Soy fuertecito

"No estoy gordo. Soy fuertecito". Esta célebre frase de Eric Cartman, uno de los personajes de la serie South Park, la hago mía en este arranque de 2018 en el que me he puesto a dieta tal y como prometí. Ya ayer domingo empecé con la adaptación tras los excesos navideños a base de piña, ensalada y un sándwich mixto. Y hoy, para calibrar el reto que me espera, me he ido a la primera farmacia que he visto y me he subido a la báscula. Y para sorpresa mía me he llevado la primera alegría del año ya que, según la medición que me ha soltado el aparato, no tengo sobrepeso sino que estoy "normal" (qué peligro tiene este término). Mi peso es de 78,050 kilogramos y mido 1,75 metros, lo que arroja un 25 de Índice de Masa Corporal (IMC), dentro de la escala considerada "normal" según esta báscula. Al límite del sobrepeso pero "normal"; es decir, que no estoy gordo sino "fuertecito" como Cartman. Malas lenguas las de mis amigos y familiares qu...

Ya sólo te lo crees tú

Sus palabras me revolvieron el estómago. "Ya sólo te crees tú que se vaya a derribar el parking Escalinata", me espetó el entonces mi jefe en el periódico en el que trabajaba. Tras años empapándome de sentencias judiciales y escudriñando papeles municipales, por primera vez un funcionario del Ayuntamiento de Algeciras citaba en un documento oficial la demolición del aparcamiento como la única salida a la polémica urbanística. Una auténtica bomba periodística. Pero no para mi director, más preocupado en no arriesgar el dinero público que venía del Consistorio. Corría el año 2013 y supongo que ese fue el día en el que tiré la toalla, sintiéndome como en la fábula del tigre cuando el burro intenta convencerle de que la hierba es azul y no verde.             Cuando empecé a escribir del aparcamiento Escalinata en el periódico ya hacía unos años, en 2004, que había sido declarado ilegal por el TSJA. Desde el principio me pareció un filón periodístico, ya que de ...

'The Wire'

Hace unos ocho años descubrí la serie televisiva 'The Wire' ('Bajo Escucha'). Vi la primera temporada y quedé fascinado con el enfoque realista del mundo del narcotráfico contado tanto desde el lado de la Policía como el de las mafias. Ambientada en Baltimore (Estados Unidos), la serie te sumerge en barrios marginales dominados por el negocio de las drogas, en la falta de medios de los agentes para combatirlo, en los tejemanejes de los políticos corruptos y en los laberintos del sistema judicial.   Un día me topé en una tienda con la serie completa en DVD y la compré pensando que no había mejor regalo para mi mujer, que también se había enganchado a 'The Wire'. Pero al poco nació nuestro hijo y la caja inmaculada con las cinco temporadas se quedó olvidada en uno de los estantes del despacho. Y allí se quedó hasta que hace unas semanas, harto de hacer zapping sin nada que ver en la televisión, me decidí a desembalar 'The Wire' para acabar esa histo...