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Que vuelvan los ingleses

A finales del siglo XX, cuando empecé la carrera universitaria, me tenía que desplazar constantemente a Madrid. Entonces, los campogibraltareños, disponíamos de tres enlaces ferroviarios diarios con la capital. El más sacrificado, y barato, era el tren nocturno Estrella del Estrecho . Por entonces, uno era un jovenzuelo y aguantaba lo que le echaran. Cómo olvidar esos vagones para seis personas donde uno tenía que buscar hueco entre la maraña de piernas para poder estirarse y echar una cabezada. También podías viajar en los coches litera y, si te rascabas el bolsillo, tenías la opción del coche cama en plan vip.  Los otros dos enlaces eran los trenes Talgo Algeciras-Madrid . Uno salía a las 8 de la mañana y llegaba a Atocha a las dos de la tarde y, el segundo, salía a las tres de la tarde con final de trayecto a las nueve de la noche. Y el mismo horario, a la inversa, en los enlaces Madrid-Algeciras. Unas conexiones funcionales y cómodas que, inexplicablemente, hemos perdido. Casi tres
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Ayer me acordé de ti

Ayer me acordé de ti. Como todos los días. Mientras le preparaba a Felipe una granada con azúcar moreno. Como nos la hacías tú.  Ayer me acordé de ti. Mientras descorchaba una botella de Condado de Haza. Como la que nos tomamos en la Cava Real cuando me viniste a ver a Madrid siendo universitario. Allí, sentado junto a ti, me enamoré del vino.  Ayer me acordé de ti. Mientras miraba a Felipe y me asustaba de lo mayor que se está haciendo. De lo rápido que pasa el tiempo.  Ayer me acordé de ti. Mientras tomaba conciencia de que nuestra familia ya nunca será la misma. Mientras contemplaba cómo se desmorona al faltar tú, el pilar que la sustentaba. Supongo que toca mirar hacia delante y reinventarse. Como todos los días, ayer me acordé de ti. 

Somos una mentira

El Real Madrid tendrá la temporada próxima equipo de fútbol femenino tras aprobar la absorción del CD Tacón. De esta forma el club de la Castellana atiende la demanda de infinidad de aficionados que, como yo, pedían a gritos que se acabara con esta bochornosa ausencia. Ahora sigo con gran interés la Liga Iberdrola aportando mi granito de arena al impulso imparable del fútbol femenino en España. Y en este momento en el que parece que todos remamos en la misma dirección, va el ilustre periodista José María García y se descuelga con unas declaraciones contra el fútbol femenino que me dejan totalmente pasmado. Cómo es posible, con tanta experiencia, meter tanto la pata.  Para José María García "el fútbol femenino es una mentira". Se basa en que las jugadoras apenas tienen fuerza para sacar un córner y que cualquier equipo juvenil masculino les ganaría 10-0. Vaya, para resumir, que en su opinión las chicas son muy malas y que mejor se dediquen a otra cosa. Pero eso sí, deja c

Real Madrid femenino

Recuerdo perfectamente el día que me hice del Real Madrid. Estaba correteando por mi casa y al entrar en el salón me topé con mi abuelo José que estaba viendo la televisión. Me invitó a sentarme junto a él a ver un partido de fútbol que estaban televisando. Era el encuentro de ida de la final de la Copa de la UEFA de 1986 entre el Real Madrid y el Colonia alemán. Los Hugo Sánchez, Butragueño, Santillana, Gordillo y Valdano ganaron 5-1 en el Bernabéu. Todavía no había cumplido los 9 años pero ese día me hice madridista hasta la muerte. No por la victoria ni el posterior título, sino por el momento que disfruté junto a mi abuelo. El Real Madrid se acababa de incorporar a una de esas cosas que nos uniría de por vida.  He vivido muchas más alegrías que tristezas con mi equipo. Es lo que tiene ser seguidor, que no fanático, del mejor club de la historia. Sin embargo, desde hace tiempo, hay un aspecto del Real Madrid que me está dejando un mal sabor de boca y que se acrecienta según pas

Buen viaje Flint

Ha muerto Keith Flint, uno de los integrantes de la banda británica de música electrónica The Prodigy. La noticia de su suicidio me sacudió ayer por la mañana tomándome el café. De inmediato me vinieron como fogonazos multitud de instantes de mi vida relacionados con The Prodigy, uno de los grupos que marcó mi juventud.  Recuerdo cómo conocí a The Prodigy. Estábamos la pandilla en Porto Albo, allá por el verano de 1993, y bajó nuestro amigo Pepe con una cinta de casete como el que llevaba un tesoro entre las manos. Contenía el primer disco del grupo, Experience , grabado en septiembre de 1992. Lo había traído su hermana de Londres y era lo que estaba arrasando en las discotecas y los after hours de allí. Nos puso el disco y aluciné con canciones como Out of space o Fire .  Mis años de adolescente, los más gamberros, los de las fiestas hasta las tantas de la madrugada, tuvieron como banda sonora a The Prodigy. Era la época de las fiestas rave en discotecas, en garajes o do

El año que me hice viejo

Se nos va 2018. Un año que me costará olvidar. Estresante donde los haya. Un año en el que he vuelto la mirada atrás. Un año que no echaré de menos, pero que siempre estará ahí. El año pasado llegué a la cuarentena y me dije a mí mismo que lo de la crisis de los 40 no iba conmigo. Qué equivocado estaba. En mi caso, la única diferencia es que me ha sacudido con un año de retraso. A los 41. Supongo que me di cuenta el día que fui a la peluquería y le dije a la peluquera que me pasara la maquinilla. Que a diferencia de los pelados anteriores, no hacía falta que recurriera a su magia para disimularme la calva. Que ya estaba bien de hacer el ridículo ocultando las entradas con los mechones largos de otras zonas de la cabeza, que luego el viento se empeñaba en destapar. Que ya era hora de llevar la calvicie con dignidad. Que Turquía podía esperar. Laboralmente, en cuanto a objetivos, 2018 ha sido un año magnífico. Pero demasiado cansino. Ya empezó con la confirmación de una amenaza

Subidón

El pasado viernes 8 de junio cumplí 41 años. Antes de empezar con la celebración, tocaba subirse a la báscula para comprobar los progresos en mi operación bikini y, la verdad, me llevé un subidón. Cuando empecé en enero mi batalla con las calorías (léase Soy fuertecito ) pesaba 78,050 kilos y ahora estoy en 72,350 kilos; es decir, he perdido en estos meses 5,7 kilos. En este tiempo he tenido altibajos pero, desde que confesé hace unas semanas mis dudas sobre los resultados (léase Huele a gatillazo ), lo cierto es que me lo he tomado bastante en serio y he reducido tripa. Sigo teniendo barriga cervecera pero menos. El método: hacer ejercicio, cenar poco (voy a aborrecer el hummus del Mercadona), y reducir todo lo posible los dulces y el alcohol. Vaya, pasarlo mal y con hambre.   Tras el alegrón del pesaje, como no podía ser de otra forma, me he pegado todo el fin de semana sin cerrar el pico. Pero no es plan de dejarse otra vez, así que me he fijado para el 8 de diciembre mi