No es algo puntual, es un problema generalizado: Algeciras está sucia y abandonada. No recuerdo haber visto la ciudad tan dejada de la mano de Dios en las últimas décadas. Y no es una percepción mía personal. Las quejas de las barriadas son unánimes. Así lo está atestiguando la federación vecinal Fapacsa en un informe, tal y como informa Radio Algeciras. Lo peor de todo es que Algeciras presenta una imagen indecente pese a destinarse 18 millones de euros anuales a la limpieza. Es decir, el problema no es por falta de medios y personal en la empresa Algesa. De lo que adolece Algeciras es de gestión y compromiso por parte del equipo de gobierno en el Ayuntamiento.
Landaluce, en Uzbekistán.
Sirvan dos casos sangrantes que llevo padeciendo personalmente en los últimos meses para corroborar la indolencia del Gobierno local. Como ya sabéis los que seguís este blog, llevo desde que empezó el curso escolar, hace ya más de dos meses, denunciando la imagen tercermundista que presenta la entrada del colegio Los Alcornocales, con la zona 'ajardinada' convertida en un campo de minas repleta de cacas de perro. Más de 60 días han pasado y el Consistorio todavía no ha tenido a bien mandar a algún barrendero a que destine media hora de su jornada laboral a quitar las heces de los canes. Como también sabéis, el pasado 24 de octubre presenté una queja en la Oficina de Atención al Ciudadano del Ayuntamiento, denunciando que las mierdas de los perros suponían un problema de salud al pasar por allí a diario cientos de escolares. Un escrito que, no sólo no han atendido, sino que ni siquiera han tenido la consideración de contestar con un simple email.
Y para rematar la faena, hace ya un mes y medio que unos desaprensivos prendieron fuego al contenedor de cartón más cercano a mi vivienda. Por simpatía también ardió el de vidrio y dañó el de envases. Desde entonces, todavía estamos esperando los vecinos a que los repongan, sin obviar que el contenedor de residuos orgánicos tiene el pedal roto como casi todos los de la ciudad. Y es que encima nos ponen complicado tirar la basura y poder reciclar.
En ésas andamos los algecireños, clamando por más limpieza y mantenimiento en la ciudad; mientras me topo con la noticia de que el alcalde, José Ignacio Landaluce, ha estado estos días en Uzbekistán participando en una conferencia internacional sobre seguridad en Asia Central, tal y como publica Europa Sur. Parece un chiste, pero no, es verdad. Hasta tan lejos viaja el también senador Landaluce para arreglar los problemas del mundo, como alejado se encuentra de la realidad que se vive en su Algeciras capital.
¿Sucia? esta ciudad es infame. Visual y optativamente. Pero lo más grave es lo poco que parece preocuparle a la gente, como si estuviera acostumbrada al paisaje de desperfectos de material urbano, aceras destrozadas por doquier, contenedores que apestan en lugares perfectamente visibles, barrios abandonados con vertederos a diestro y siniestro, hierbajos que llenan aceras, mierda de perros.... Y esto no solo "lo hace" una administración municipal, me refiero al abandono, lo completa la manada de guarros a los que las palabra civismo y respeto por lo público/común les suena a una pedantería de esas que no tienen significado.
ResponderEliminarLlevas toda la razón Bcuriel. La falta de civismo en parte de la población es un problema arraigado en Algeciras. Pero la administración debe dar respuesta mediante sanciones, ordenanzas, campañas educativas y sensibilización. Pero si encima que somos guarros no limpiamos, la ciudad se vuelve inhabitable.
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