Ir al contenido principal

Marrones urbanísticos

Algeciras tiene dos marrones urbanísticos dormitando. Hace ya bastantes meses que no se sabe nada de ellos, pero cuando despierten van a caer como un jarro de agua fría para la corporación de turno y para los ciudadanos en general, que son los que van a pagar los platos rotos. Me refiero a los casos del aparcamiento Escalinata y los terrenos expropiados ilegalmente en San García. Ambos están en su desenlace judicial y las resoluciones, a priori, van a costar un pico a las arcas municipales.

El caso del parking Escalinata va ya para trece años de litigio, que se dice pronto. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) lo declaró ilegal en 2004 por hacerse pasar de forma “grotesca” por subterráneo y, tras miles de idas y venidas, dicha sentencia ha sido ratificada hasta en dos ocasiones por el Tribunal Supremo. Ahora tiene que ser el TSJA el que diga cómo se ejecuta el fallo y si éste conlleva el derribo o no del edificio. Me comentan que ahora hay de por medio otro recurso de no sé qué, pero sería muy improbable que éste consiguiera revertir la situación. Me suena más a otro resquicio para demorar el desenlace, que se antoja fatal para el Ayuntamiento.

Aparcamiento Escalinata. 

Hay quienes ven como más que remota la posibilidad de que haya que derribar el aparcamiento. No obstante, tampoco se puede descartar. Más si cabe después de que el Juzgado de Algeciras dictara la demolición de las cuatro plantas de oficinas -las de los cristales azules de la fachada- y el Consistorio pospusiera dicha ejecución condicionándola al devenir final del conjunto del edificio. Otra opción es que el inmueble quede fuera de ordenamiento urbanístico, al no poder seguir explotándose como parking. En ambos casos, la concesionaria Nautagest reclamará daños y perjuicios, así como el lucro cesante. Será entonces cuando se abra otra batalla judicial, que seguro será también larguísima, de la que difícilmente el Ayuntamiento escapará sin rascarse el bolsillo. Y ojalá me equivoque.

El otro marrón es el de la expropiación ilegal de terrenos en San García. Los tribunales ya le han dado la razón a la sociedad propietaria frente al Ayuntamiento. Sólo se está a la espera del resultado final de la tasación judicial. De lo último que sé, se habla de unos cuantos millones de euros si bien el Consistorio ha recurrido. No obstante, sea cuál sea el montante final a desembolsar, no va a salir barato.

Estos casos se originaron hace más de una década y han ido saltando de corporación a corporación. Alguna se movió más que otra por solucionarlos, pero por lo general la estrategia fue la de recurre que te recurre y que se coma los marrones el siguiente. Tal es así que dudo que en el presente mandato veamos el desenlace de algunos de ellos. Quizás en el siguiente. Quién sabe. La justicia es lenta hasta la desesperación. Hay que tener dinero, nervios de acero y mucha paciencia para enfrentarse a una administración en causas como éstas. Y los afectados los tienen. Por eso siguen vivos estos casos. Porque las administraciones disparan con pólvora ajena y tiran de la hucha común y, por lo general, aburren a los ciudadanos que les plantan cara. Así de triste. Una administración que se supone está para servirte pero que al final se convierte en tu peor pesadilla.

    

Comentarios

  1. Bueno pues lo de la expropiación ilegal de San García ya tiene cifra: El Ayuntamiento tendrá que pagar 1,3 millones. La verdad es que es menos de lo que se barajaba en un principio pero tampoco es moco de pavo. A ver cómo acaba lo del parking Escalinata.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Soy fuertecito

"No estoy gordo. Soy fuertecito". Esta célebre frase de Eric Cartman, uno de los personajes de la serie South Park, la hago mía en este arranque de 2018 en el que me he puesto a dieta tal y como prometí. Ya ayer domingo empecé con la adaptación tras los excesos navideños a base de piña, ensalada y un sándwich mixto. Y hoy, para calibrar el reto que me espera, me he ido a la primera farmacia que he visto y me he subido a la báscula. Y para sorpresa mía me he llevado la primera alegría del año ya que, según la medición que me ha soltado el aparato, no tengo sobrepeso sino que estoy "normal" (qué peligro tiene este término). Mi peso es de 78,050 kilogramos y mido 1,75 metros, lo que arroja un 25 de Índice de Masa Corporal (IMC), dentro de la escala considerada "normal" según esta báscula. Al límite del sobrepeso pero "normal"; es decir, que no estoy gordo sino "fuertecito" como Cartman. Malas lenguas las de mis amigos y familiares qu...

'The Wire'

Hace unos ocho años descubrí la serie televisiva 'The Wire' ('Bajo Escucha'). Vi la primera temporada y quedé fascinado con el enfoque realista del mundo del narcotráfico contado tanto desde el lado de la Policía como el de las mafias. Ambientada en Baltimore (Estados Unidos), la serie te sumerge en barrios marginales dominados por el negocio de las drogas, en la falta de medios de los agentes para combatirlo, en los tejemanejes de los políticos corruptos y en los laberintos del sistema judicial.   Un día me topé en una tienda con la serie completa en DVD y la compré pensando que no había mejor regalo para mi mujer, que también se había enganchado a 'The Wire'. Pero al poco nació nuestro hijo y la caja inmaculada con las cinco temporadas se quedó olvidada en uno de los estantes del despacho. Y allí se quedó hasta que hace unas semanas, harto de hacer zapping sin nada que ver en la televisión, me decidí a desembalar 'The Wire' para acabar esa histo...

Ya sólo te lo crees tú

Sus palabras me revolvieron el estómago. "Ya sólo te crees tú que se vaya a derribar el parking Escalinata", me espetó el entonces mi jefe en el periódico en el que trabajaba. Tras años empapándome de sentencias judiciales y escudriñando papeles municipales, por primera vez un funcionario del Ayuntamiento de Algeciras citaba en un documento oficial la demolición del aparcamiento como la única salida a la polémica urbanística. Una auténtica bomba periodística. Pero no para mi director, más preocupado en no arriesgar el dinero público que venía del Consistorio. Corría el año 2013 y supongo que ese fue el día en el que tiré la toalla, sintiéndome como en la fábula del tigre cuando el burro intenta convencerle de que la hierba es azul y no verde.             Cuando empecé a escribir del aparcamiento Escalinata en el periódico ya hacía unos años, en 2004, que había sido declarado ilegal por el TSJA. Desde el principio me pareció un filón periodístico, ya que de ...