Soy algecireño y desde
pequeño llevo el sambenito a cuestas de que mi ciudad es fea. Y no creo que mi
pueblo sea más desagradable a la vista que otros, pero los que vivimos en él
hemos contribuido a alimentar esa imagen con nuestro desapego. El actual equipo
de gobierno del PP, cuando inició este mandato, lanzó la campaña “Algeciras me
gusta” para intentar corregir esta percepción. Esta iniciativa, surgida en las
redes sociales, ha venido acompañada de numerosas actividades para animar la
ciudad, la mayoría de ellas de enorme éxito. Sin embargo, cuando el calendario
no está en rojo, los algecireños seguimos haciendo lo mismo: cogemos el coche y
emigramos a los alrededores, dejando nuestras calles desiertas los fines de
semana. El problema tiene difícil solución ya que tiene raíces profundas. Tengo
el convencimiento de que revertir esta situación depende de cada uno de nosotros
y pasa por querer más a Algeciras, no sólo de palabra sino fundamentalmente con
hechos.
El PSOE, en el anterior
mandato, elaboró el Plan Estratégico Algeciras 2015. Un laborioso documento que
recogía todos los puntos fuertes y débiles del municipio, y marcaba la ruta a
seguir en el futuro. Un futuro que ahora ya es presente por lo que el texto ha
quedado en papel mojado, tanto por la inacción de los impulsores como por el
desinterés del actual Gobierno local, que metió el plan en un cajón cuando llegó
a la Alcaldía pese a que contaba con el consenso de las administraciones y de
los colectivos sociales del municipio. Recuerdo que uno de los apartados
alertaba del desarraigo de los algecireños hacia su ciudad. Envidia sana tengo
de los linenses y del orgullo que sienten por su municipio. No nos vendría mal
un poco de ese chovinismo. Y es que, si no defendemos nosotros Algeciras, quién
la va a defender.
Hay cosas que ya no se
pueden corregir, como el urbanismo atroz que durante décadas ha invadido la costa,
ha permitido que se levanten barriadas ilegales o ha planificado otras sin los
equipamientos necesarios fruto de la avaricia del ladrillo. Pero la ciudad
tiene mucho margen de mejora y su consecución depende de que los ciudadanos
obliguemos a los políticos a cumplir sus promesas. Que exijamos a los gobiernos
de turno que desarrollen el Llano Amarillo para recuperar el frente litoral,
que modernicen el tren para incentivar la economía, que retomen el proyecto del
Acceso Central para reducir la marginalidad o que todos arrimen el hombro para
acabar con los vertidos y nuestra costa deje de oler a mierda. Los algecireños
somos especiales para lo bueno y lo malo, pero llevamos en nuestros genes un
pasotismo que nos hunde como pueblo.
Diferentes estudios publicados por Joan Benach, epidemiólogo de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, establecen que la esperanza de vida en Algeciras es hasta 20 años menor que en algunas comarcas del norte de España. Hablar de limpieza es hablar de una responsabilidad compartida, en la que la mayoría tienen muy poco que decir frente a unos cuantos, que utilizan el medio ambiente como moneda de cambio esgrimiendo argumentos estúpidos y absurdos.
ResponderEliminarCon una tasa de paro que lideraba la provincia el pasado julio, ¡en plena temporada alta!, es normal pensar que no haya consumo, o que un fin de semana el centro esté completamente muerto. No es cosa del desarraigo, es una simple cuestión de pasta.
Como no hay consumo tampoco hay inversión ni alternativas de ocio. No es de extrañar, teniendo en cuenta que también vamos a la cabeza en la factura fiscal de impuestos locales; algo que aparentemente no repercute en el bienestar de los propios ciudadanos, o en inversiones básicas como infraestructuras y educación.
El polo químico industrial, y un gremio de estibadores tocado por el narcotráfico y la mafia, están absolutamente desafectados con la zona, y son apenas un nido de analfabetos, piratas y maleantes que sólo saben mirarse el ombligo.
Algeciras es responsabilidad de todos, pero sobre todo de quienes representan a sus ciudadanos, con nombres y apellidos, que han permitido que cuatro caciques con dinero hayan construido un campo de Gibraltar a la medida de sus ambiciones: Ignorante, deprimido, esclavizado, corrompido y estrecho de miras.
Y todo lo demás es demagogia barata.
Vamos a ver YOP que no sé por dónde empezar con todo lo que dices. Lo del estudio epidemiológico es muy viejo. En la comarca llevamos más de 20 años con el tema. Además las industrias no están en Algeciras, están en San Roque y Los Barrios, por lo que el tema de la polución no era el objeto de este artículo.
EliminarPor supuesto que me refiero a la limpieza, porque estoy harto de esquivar mierdas de perro por la calle, ver a la gente tirando basura por la ventanilla del coche o ver escombreras ilegales en demasiados rincones. Eso afecta a todos los ciudadanos y a la imagen del municipio. Y es cuestión de todos arreglarlo. Más educación y si uno no se da por enterado, multazo al canto que para eso están las ordenanzas.
Lo de los estibadores lo veo fuera de lugar. No son santos de mi devoción pero no puedes criminalizar a un colectivo por casos aislados. Ovejas negras hay en todos los colectivos. Un poco de respeto y si vas a insultar lo haces con nombre y apellidos, y dando la cara como hago yo.
Y lo del centro vacío los fines de semana no se puede achacar a la crisis ni al paro. Cuando estábamos en la época de las vacas gordas pasaba igual y la gente se iba a Tarifa o La Línea.
En fin, gracias por participar en el blog.