Ir al contenido principal

Tufo en Algesa

El caso Algesa sigue desprendiendo un tufo considerable. La gestión de la empresa municipal de Limpieza de Algeciras nunca ha estado exenta de polémica, pero los últimos movimientos que ha realizado el equipo de gobierno del PP no hacen más que alimentar el olor a podredumbre. Ahora sabemos que el pasado mes de mayo el Ayuntamiento pidió el sobreseimiento de la causa penal que se sigue contra los tres directivos de la empresa que fueron detenidos por la Agencia Tributaria en abril de 2012. Un cambio de postura radical que el Gobierno local ha estado ocultando durante los últimos cinco meses y sobre la que ahora no se digna a dar una explicación. El PP, que tanto se apresuró a la hora de intentar despedir a estos directivos, que basó todos sus argumentos en los juicios de lo Social en la certeza de que había habido una comisión de delito contra la propiedad industrial, que no dudó en personarse en la causa penal, ahora da un volantazo y pide que se dé carpetazo al caso. ¿Por qué?

Una vez que los tres directivos de Algesa fueron detenidos saliendo de Los Guijos con mercancía falsificada decomisada que debería haber sido destruida en las instalaciones de la empresa, el equipo de gobierno quiso sin dilación deshacerse de ellos. Para ello, obviando la presunción de inocencia, requirió el apoyo de la oposición para proceder a los despidos inmediatos. Dos de los directivos recurrieron y el caso llegó al Juzgado de lo Social, donde el Ayuntamiento lo vistió de causa penal llamando a testificar a los agentes de la Agencia Tributaria y de la Guardia Civil. La defensa del Consistorio fue un desastre, ya que perdió los dos juicios de lo Social por defectos de forma. Pese a ello, el equipo de gobierno anunció que iba a recurrir al TSJA a fin de ganar tiempo y que se celebrara el juicio penal que le podría cargar de razón.

El edil Fernández en Algesa. Foto: Ayuntamiento

Sin embargo, la postura del equipo de gobierno cambió radicalmente. Primero readmitió a los dos directivos alegando el coste económico y luego, ahora lo sabemos, pidió el sobreseimiento de la causa penal alegando que las marcas afectadas no se han personado y que no se sabía el destino de la mercancía. ¿Qué pasó de por medio para que el arrojo del PP se diluyera?

Al PP empezó a temblarle el pulso cuando en junio de 2013, en una de las vistas judiciales, la gerente en funciones de Algesa aseveró que las detenciones de los directivos era un “montaje político” del PP y que tenía grabaciones telefónicas que así lo corroboraban. Poco después las entregó a la Fiscalía y se filtró a los medios una de ellas, con el concejal Bernabé Ramírez, que precipitó su dimisión y la única crisis de gobierno que ha habido en este mandato. Al parecer había más grabaciones, donde aparecían más concejales populares, y algunos medios empezaron a apuntar a su contenido. Desde entonces la beligerancia del PP se ha esfumado, los directivos están ocupando cargos de relevancia en Algesa, la denuncia con las cintas ante la Fiscalía se ha retirado y el equipo de gobierno ya no le ve sentido a la causa penal, que si sigue su curso es por el Ministerio Fiscal. ¿Qué contienen esas cintas para que el equipo de gobierno quiera ahora correr un tupido velo en el caso Algesa? Lo menos que se puede pedir es que el PP dé la cara y ofrezca una explicación a los ciudadanos.      

Comentarios

  1. De vergüenza en toda empresa el que delincuenta va a la calle aquí no aquí vuelven a sus puestos de trabajo con cargos y enchufando a sus amigotes y otro con coche paseando gastando los impuestos de los contribuyentes y el trabajador a putearlo y el presunto a vivir

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Soy fuertecito

"No estoy gordo. Soy fuertecito". Esta célebre frase de Eric Cartman, uno de los personajes de la serie South Park, la hago mía en este arranque de 2018 en el que me he puesto a dieta tal y como prometí. Ya ayer domingo empecé con la adaptación tras los excesos navideños a base de piña, ensalada y un sándwich mixto. Y hoy, para calibrar el reto que me espera, me he ido a la primera farmacia que he visto y me he subido a la báscula. Y para sorpresa mía me he llevado la primera alegría del año ya que, según la medición que me ha soltado el aparato, no tengo sobrepeso sino que estoy "normal" (qué peligro tiene este término). Mi peso es de 78,050 kilogramos y mido 1,75 metros, lo que arroja un 25 de Índice de Masa Corporal (IMC), dentro de la escala considerada "normal" según esta báscula. Al límite del sobrepeso pero "normal"; es decir, que no estoy gordo sino "fuertecito" como Cartman. Malas lenguas las de mis amigos y familiares qu...

'The Wire'

Hace unos ocho años descubrí la serie televisiva 'The Wire' ('Bajo Escucha'). Vi la primera temporada y quedé fascinado con el enfoque realista del mundo del narcotráfico contado tanto desde el lado de la Policía como el de las mafias. Ambientada en Baltimore (Estados Unidos), la serie te sumerge en barrios marginales dominados por el negocio de las drogas, en la falta de medios de los agentes para combatirlo, en los tejemanejes de los políticos corruptos y en los laberintos del sistema judicial.   Un día me topé en una tienda con la serie completa en DVD y la compré pensando que no había mejor regalo para mi mujer, que también se había enganchado a 'The Wire'. Pero al poco nació nuestro hijo y la caja inmaculada con las cinco temporadas se quedó olvidada en uno de los estantes del despacho. Y allí se quedó hasta que hace unas semanas, harto de hacer zapping sin nada que ver en la televisión, me decidí a desembalar 'The Wire' para acabar esa histo...

Ya sólo te lo crees tú

Sus palabras me revolvieron el estómago. "Ya sólo te crees tú que se vaya a derribar el parking Escalinata", me espetó el entonces mi jefe en el periódico en el que trabajaba. Tras años empapándome de sentencias judiciales y escudriñando papeles municipales, por primera vez un funcionario del Ayuntamiento de Algeciras citaba en un documento oficial la demolición del aparcamiento como la única salida a la polémica urbanística. Una auténtica bomba periodística. Pero no para mi director, más preocupado en no arriesgar el dinero público que venía del Consistorio. Corría el año 2013 y supongo que ese fue el día en el que tiré la toalla, sintiéndome como en la fábula del tigre cuando el burro intenta convencerle de que la hierba es azul y no verde.             Cuando empecé a escribir del aparcamiento Escalinata en el periódico ya hacía unos años, en 2004, que había sido declarado ilegal por el TSJA. Desde el principio me pareció un filón periodístico, ya que de ...