Ir al contenido principal

Cruda realidad

Otra vez un programa de televisión nacional ha venido a la comarca para sacarnos las vergüenzas. Equipo de Investigación ha desembarcado en La Línea para comparar la situación de este municipio con la de Gibraltar, con el contrabando de tabaco como telón de fondo. Los reporteros han grabado y enseñado a España los boquetes, la basura en las calles, el deterioro de las barriadas, a matuteros, a personas desesperadas intentando pasar cajetillas, a las mafias en el bulevar, la pobreza… La Línea no es sólo esto, es bastante más. Hay mucho bueno. Pero es una de sus realidades y no se puede mirar hacia otro lado. Una ciudad con más de un 40% de paro que convive, separada por una Verja, con la cuarta renta per cápita del planeta. Los periodistas vinieron a retratar las dos partes del tráfico ilícito de la nicotina y mostraron el tercer mundo frente al primero. La cruda realidad nos volvió a estallar en la cara.

Una fotografía ha escandalizado estos días a medio mundo. Unos españoles jugando al golf en Melilla y al fondo un grupo de subsaharianos encaramados a la valla fronteriza en busca de un futuro mejor. Las ONG vuelven a insistir en su mensaje: la solución no está en hacer los muros más altos. Hay que actuar sobre la raíz del problema. Fomentar el desarrollo en los países de origen para que no tengan que emigrar. Aquí en la comarca no saltamos las vallas con concertinas. Pero las necesidades a este lado de la frontera empiezan a ser también alarmantes. En nuestro propio territorio tenemos las dos caras de la misma moneda. La ecuación, por tanto, es la misma. No vale con desplegar más agentes en la Verja. Hay que ofrecer una alternativa a esas personas para que no tengan que dedicarse al trapicheo del tabaco.



La paradoja del Campo de Gibraltar es inquietante. Una comarca que cuenta con el primer puerto del Mediterráneo y uno de los principales polígonos industriales de Andalucía. Una comarca, que desde su costa, parece que se puede tocar África y que tiene como vecino a Gibraltar, con todo el abanico de oportunidades que ello conlleva. Y sin embargo, una comarca que está al frente del desempleo en España. Digno de estudio en Harvard. 

Las situaciones extremas requieren de medidas urgentes y el Campo de Gibraltar necesita que se actúe ya. Ahora el foco de atención está en la mejora del tren, pero no va a ser la panacea. La Línea en particular, y la comarca, en general, necesitan de una política de Estado enfocada en la creación de empleo. Llámese Carta Económica Especial, área fiscal, incentivos para la implantación de empresas o como quieran. Pero ya. Cierto es que la crisis azota a todo el país, pero aquí la tasa de paro es el doble. Y esto lo tiene que hacer ver la Mancomunidad, como entidad que representa a todos los municipios de la comarca. Que deje de ser ya un cementerio de elefantes y se haga oír. Una sola voz, sin signos políticos, que defienda los intereses de todos los campogibraltareños. Para que no tengamos que hacer las maletas e irnos. Para que no tengamos que traficar con cajetillas de tabaco. Para que podamos tener un futuro en nuestra tierra.  

Comentarios

Entradas populares de este blog

Soy fuertecito

"No estoy gordo. Soy fuertecito". Esta célebre frase de Eric Cartman, uno de los personajes de la serie South Park, la hago mía en este arranque de 2018 en el que me he puesto a dieta tal y como prometí. Ya ayer domingo empecé con la adaptación tras los excesos navideños a base de piña, ensalada y un sándwich mixto. Y hoy, para calibrar el reto que me espera, me he ido a la primera farmacia que he visto y me he subido a la báscula. Y para sorpresa mía me he llevado la primera alegría del año ya que, según la medición que me ha soltado el aparato, no tengo sobrepeso sino que estoy "normal" (qué peligro tiene este término). Mi peso es de 78,050 kilogramos y mido 1,75 metros, lo que arroja un 25 de Índice de Masa Corporal (IMC), dentro de la escala considerada "normal" según esta báscula. Al límite del sobrepeso pero "normal"; es decir, que no estoy gordo sino "fuertecito" como Cartman. Malas lenguas las de mis amigos y familiares qu...

'The Wire'

Hace unos ocho años descubrí la serie televisiva 'The Wire' ('Bajo Escucha'). Vi la primera temporada y quedé fascinado con el enfoque realista del mundo del narcotráfico contado tanto desde el lado de la Policía como el de las mafias. Ambientada en Baltimore (Estados Unidos), la serie te sumerge en barrios marginales dominados por el negocio de las drogas, en la falta de medios de los agentes para combatirlo, en los tejemanejes de los políticos corruptos y en los laberintos del sistema judicial.   Un día me topé en una tienda con la serie completa en DVD y la compré pensando que no había mejor regalo para mi mujer, que también se había enganchado a 'The Wire'. Pero al poco nació nuestro hijo y la caja inmaculada con las cinco temporadas se quedó olvidada en uno de los estantes del despacho. Y allí se quedó hasta que hace unas semanas, harto de hacer zapping sin nada que ver en la televisión, me decidí a desembalar 'The Wire' para acabar esa histo...

Ya sólo te lo crees tú

Sus palabras me revolvieron el estómago. "Ya sólo te crees tú que se vaya a derribar el parking Escalinata", me espetó el entonces mi jefe en el periódico en el que trabajaba. Tras años empapándome de sentencias judiciales y escudriñando papeles municipales, por primera vez un funcionario del Ayuntamiento de Algeciras citaba en un documento oficial la demolición del aparcamiento como la única salida a la polémica urbanística. Una auténtica bomba periodística. Pero no para mi director, más preocupado en no arriesgar el dinero público que venía del Consistorio. Corría el año 2013 y supongo que ese fue el día en el que tiré la toalla, sintiéndome como en la fábula del tigre cuando el burro intenta convencerle de que la hierba es azul y no verde.             Cuando empecé a escribir del aparcamiento Escalinata en el periódico ya hacía unos años, en 2004, que había sido declarado ilegal por el TSJA. Desde el principio me pareció un filón periodístico, ya que de ...