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La koala poeta

El pasado domingo 5 de octubre dos chicas menores no tenían nada mejor que hacer y accedieron a las murallas medievales para hacer unos grafitis en el complejo arqueológico de Algeciras. La Policía Local las detuvo con celeridad y las puso a disposición judicial, pero antes tuvieron tiempo de estampar todo su arte para que todos los ciudadanos pudiéramos disfrutar de él. Los policías contactaron de inmediato con el Museo Municipal para que cuantificara los daños en el recinto amurallado. 



La noticia como verán no es nueva, como tampoco la falta de civismo de algunos. Lo que sí me invita a escribir es que dicho atentado contra el patrimonio de la ciudad sigue presente y todavía no han tenido tiempo de eliminar esas pintadas. Más si cabe, ya que hablamos del recinto de la avenida Blas Infante, uno de los lugares más transitados de la ciudad y más visitado por los turistas. 

Hace ya casi un mes que se hicieron esos grafitis y cada día que pasa sin ser borrados es como si las niñas volvieran a saltar y hacerlo de nuevo, dado el efecto que causan. No entiendo por qué las pintadas siguen ahí, ya que éstas fueron realizadas sobre las pantallas de hormigón de la entrada; es decir, que no se hicieron sobre las murallas en sí por lo que la parte afectada no tiene en principio ningún valor arqueológico. Por ello, considero que ya se podría haber actuado y limpiado con el producto correspondiente, ya que los técnicos han tenido tiempo suficiente para evaluar los daños. 

Y no lo digo sólo por la mala imagen que dan esas pintadas, sino también por uno de los mensajes que dejó escrito 'Una koala suelta', que es como firma una de las artistas. El verso en cuestión dice: "Hazte un porro con los sentimientos que te sobren". Como comprobarán, pura poesía lo que sale del bote de espray de la koala, por lo que creo que ya es hora de borrarlo de nuestra memoria colectiva. Y si la administración competente sigue enfrascada en trámites burocráticos y requiere de casi un mes para borrar unas simples pintadas, es que mal andamos en este país.   

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