El Parque del Centenario fue la obra más emblemática de la Autoridad Portuaria para conmemorar, en 2006, los cien años de la Conferencia Internacional de Algeciras y de la Junta de Obras del Puerto. La inauguración de este enclave natural se retrasó hasta diciembre de 2007, tras recibir una inversión cercana al millón de euros. Todavía no se han cumplido ni siete años y, por desgracia, el abandono que presenta es lamentable. El estado de algunos de sus rincones daña la vista, más si cabe, ya que estamos hablando de la puerta de entrada al parque natural de El Estrecho. Algo que debemos achacar a la falta de civismo de algunos de sus usuarios y a la dejación por parte de las administraciones.
El parque, en la Punta de San García, ocupa diez hectáreas. Un breve recorrido sirve para constatar que lo poco que tocó la mano del hombre, para no alterar el paisaje natural, sufre un deterioro imperdonable. El parque infantil habilitado en la entrada tiene casi todas sus atracciones destrozadas y parte del suelo levantado. Los módulos colindantes siguen cerrados desde hace demasiados años. La concesión administrativa salió de las más baratas, lo que no impidió un desestimiento temprano. Darle un uso se antoja imprescindible para dotarlo de vida y el Ayuntamiento se tendría que poner las pilas en este sentido. Cuando uno camina por los senderos se encuentra con todo tipo de basura, desde papeles hasta innumerables latas, sin olvidar la cantidad de heces de perros. No es excusa para la falta de educación, pero no hay ni una sola papelera en todo el trayecto. Las dos únicas que quedan -increíble que no haya ninguna en el merendero- están junto a los dos módulos de la entrada y, visto el panorama que presenta, uno prefiere no detenerse en esta zona.
Una manta de basura se extiende por buena parte del litoral. Todo tipo de restos arrastrados por el mar que nadie se ha preocupado de retirarlos en todos estos años. Los rectángulos de hormigón que sirven para encuadrar el paisaje están cubiertos de grafitis y a su alrededor proliferan los cascos de litronas de los botellones. El Parque del Centenario alberga las ruinas del antiguo fuerte de San García, destruido alrededor de 1811 por las tropas británicas con motivo de la guerra de independencia. También existen varios nidos de ametralladoras del siglo XX, y los restos de la antigua torre almenara del siglo XVI. Sin embargo, su estado es deplorable. El panel informativo ha desaparecido y muchas de las piedras antiguas sirven ahora de lienzos para pintadas vandálicas, algunas de ellas con la esvástica nazi. El Ayuntamiento anunció recientemente que va a aprovechar 350.000 euros de los Fondos Europeos Transfronterizos para crear en uno de estos búnker un Centro de Interpretación de la Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo. Y me parece perfecto, pero opino que antes de seguir añadiendo elementos abocados al abandono a este entorno hay que recuperar el conjunto.
Pese a toda esta rajada, el Parque del Centenario sigue siendo uno de mis rincones favoritos, al que me gusta ir a pasear junto a mi hijo. Sencillamente porque su estampa es inigualable. Por ello me hierve la sangre cada vez que me tropiezo con tanta basura, tanto grafiti sin arte y tanta dejadez. La Autoridad Portuaria, el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía deberían sentarse para recuperar este espacio y regularizar las bases para su conservación. Porque como algecireño me duele comprobar la habilidad que tenemos para enmierdar los pocos tesoros que nos quedan.
Tenemos lo que nos merecemos. Gracias por tu aportación a la realidad con mayúsculas
ResponderEliminarTenemos lo que consentimos
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